Herida de la infancia: Humillación.

En esta herida encontramos experiencias en las que los cuidadores dieron el mensaje de que eran “insuficientes”, “malos” o que algo en el niño era “inaceptable” o no merecedor de amor.

Los patrones que puede presentar la persona son los siguientes:

1. Tener dificultad con el disfrute: Se puede sentir miedo frente a las emociones agradables, de pronto se piensa que no se las merecen o que abra alguna coincidencia.

2. Tener baja autoestima: Se puede sentir que no se merecen cosas buenas, que no tienen valor o que son inferiores a los demás.

3. Dificultad con el autocuidado: Se puede evidenciar una falta de atención al propio cuerpo y necesidades emocionales.